Osteópata o fisioterapeuta ¿cuál es la mejor opción para el tratamiento de lesiones?

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Cuando sufrimos una lesión o una dolencia que afecta a nuestro sistema músculo-esquelético, es normal que nos planteemos a qué profesional acudir para recibir el mejor tratamiento posible. ¿Debemos elegir un osteópata o a una clínica de fisioterapia? ¿Qué diferencias hay entre ambos? ¿Qué beneficios nos pueden aportar?

¿Qué es un osteópata?

Un osteópata es un profesional de la salud que se basa en la premisa de que el cuerpo humano tiene la capacidad de autocurarse si se restablece el equilibrio y la armonía entre sus diferentes sistemas. Para ello, el osteópata utiliza técnicas de manipulación y movilización suave del tejido blando, las articulaciones y la columna vertebral, con el fin de mejorar la circulación, el flujo de energía y la función global del organismo. El osteópata tiene un enfoque holístico, es decir, trata al cuerpo como un todo y no solo a la zona afectada.

¿Qué es un fisioterapeuta?

Un fisioterapeuta es un profesional de la salud que se centra en el diagnóstico, tratamiento y prevención de las lesiones y enfermedades que afectan al sistema músculo-esquelético. Para ello, el fisioterapeuta utiliza una variedad de técnicas, como ejercicios terapéuticos, terapia manual, electroterapia y modalidades físicas, para promover la recuperación, mejorar el movimiento y reducir el dolor. El fisioterapeuta tiene un enfoque específico, es decir, actúa directamente sobre la zona lesionada y utiliza métodos basados en la evidencia científica para desarrollar un plan de tratamiento individualizado.

¿Qué diferencias hay entre un osteópata y un fisioterapeuta?

Aunque ambos profesionales se dedican al cuidado del sistema músculo-esquelético, existen algunas diferencias importantes entre ellos, tanto en su formación como en su metodología de trabajo. Veamos algunas de ellas:

  • Formación: Un fisioterapeuta es un graduado universitario que ha cursado cuatro años de estudios en el ámbito de la salud, mientras que un osteópata puede tener diferentes niveles de formación, desde cursos de postgrado hasta másteres o doctorados, dependiendo del país y de la escuela donde haya estudiado. Además, la osteopatía no está regulada en todos los países, por lo que puede haber variaciones en la calidad y el reconocimiento de los profesionales.
  • Diagnóstico: Un fisioterapeuta realiza un diagnóstico clínico basado en pruebas objetivas, como radiografías, ecografías o resonancias magnéticas, y en la exploración física del paciente. Un osteópata realiza un diagnóstico funcional basado en la palpación y la observación del paciente, y en la evaluación de las disfunciones que pueda presentar en los diferentes sistemas del cuerpo.
  • Tratamiento: Un fisioterapeuta aplica un tratamiento específico para la lesión o la patología que presenta el paciente, utilizando técnicas como el masaje, la movilización, la estabilización, la electroterapia o el ejercicio terapéutico. Un osteópata aplica un tratamiento global para el paciente, utilizando técnicas como la manipulación, la movilización, el estiramiento o la presión, con el objetivo de restaurar el equilibrio y la armonía del organismo.
  • Duración: Una sesión de fisioterapia suele durar entre 30 y 60 minutos, dependiendo de la complejidad y la gravedad de la lesión. Una sesión de osteopatía suele durar entre 45 y 90 minutos, dependiendo de las necesidades y las características del paciente.

¿Qué beneficios nos pueden aportar un osteópata y un fisioterapeuta?

Tanto la osteopatía como la fisioterapia pueden ofrecernos beneficios para nuestra salud y nuestro bienestar, siempre y cuando sean realizadas por profesionales cualificados y con experiencia. Algunos de estos beneficios son:

  • Alivio del dolor: Ambas terapias pueden ayudarnos a reducir el dolor que nos produce una lesión o una enfermedad, ya sea mediante la aplicación de técnicas analgésicas, antiinflamatorias o relajantes, o mediante la corrección de las disfunciones que puedan estar causando el dolor.
  • Mejora de la movilidad: Las dos contribuyen a mejorar la movilidad de nuestras articulaciones, músculos y tendones, ya sea mediante la aplicación de técnicas de movilización, estiramiento o fortalecimiento, o mediante la mejora de la circulación y el flujo de energía en el cuerpo.
  • Prevención de lesiones: También ambas pueden ayudarnos a prevenir lesiones o a evitar que se agraven, ya sea mediante la aplicación de técnicas de estabilización, corrección postural o educación terapéutica, o mediante la restauración del equilibrio y la armonía del organismo.
  • Mejora de la calidad de vida: De igual forma, las dos fórmulas nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida, ya que al aliviar el dolor, mejorar la movilidad y prevenir lesiones, podemos realizar nuestras actividades cotidianas con mayor facilidad y confort, y disfrutar de un mayor bienestar físico y mental.

¿A quién debemos acudir: a un osteópata o a un fisioterapeuta?

No existe una respuesta única y definitiva a esta pregunta, ya que dependerá de varios factores, como el tipo y la gravedad de la lesión, las preferencias personales, la disponibilidad de profesionales y la cobertura sanitaria. Sin embargo, podemos ofrecerte algunos criterios generales que te pueden ayudar a tomar una decisión:

  • Si tienes una lesión específica y buscas una rehabilitación física, lo más recomendable es que acudas a un fisioterapeuta, ya que te ofrecerá un tratamiento basado en la evidencia científica y adaptado a tu caso particular.
  • Si hablamos de una dolencia crónica o recurrente y buscas un tratamiento integral, lo más recomendable es que acudas a un osteópata, ya que te ofrecerá un tratamiento basado en la visión holística del cuerpo y orientado a la autocuración.
  • Si tienes dudas o no sabes a qué profesional acudir, lo más recomendable es que consultes con tu médico de cabecera o con otro profesional de la salud, ya que te podrá orientar y derivar al especialista más adecuado para tu situación.
  • Como otra posibilidad, si tienes la opción, también puedes combinar ambas terapias, ya que pueden ser complementarias y potenciar sus efectos beneficiosos. Existen clínicas como Fisvital, que combinan los servicios de fisioterapia con los de osteopatía en Pozuelo de Alarcón, facilitando esta combinación.

Eso sí, siempre debes informar a los profesionales que te tratan, incluyendo especialmente a los médicos, de los tratamientos que estás realizando, para evitar posibles contraindicaciones o interferencias.