¿Por qué elegir un compresor de tornillo en vez de uno de pistón?

¿Merece la pena comprar un compresor de tornillo? Depende. En muchos casos, un compresor de pistón es suficiente para el trabajo que realiza en el taller. En ciertas ocasiones en las que requiera de un suministro de aire constante, por ejemplo, o de aire comprimido específico para la industria alimentaria, preferirá invertir en un compresor de tornillo. En este artículo le explicamos por qué.

Por lo general, las diferencias entre un compresor de pistón y uno de tornillo se vuelven más comprensibles cuando consideramos los aspectos prácticos. Claro está que un compresor de tornillo no es adecuado para todos. Sin embargo, en circunstancias específicas, puede ser la elección correcta. En este artículo, presentaremos todos los argumentos a favor y en contra, además de explicar cuándo y por qué es recomendable optar por un compresor de tornillo.

Tipos y características de los compresores de tornillo

El compresor de tornillo es sin duda el tipo de compresor de aire más popular, después del compresor de pistón. Suele considerarse como un equipo neumático típicamente industrial, pero esta forma de pensar simplifica un poco su utilidad. Un compresor de tornillo puede funcionar igual de bien en un taller profesional, dependiendo del sistema de trabajo y las necesidades específicas de la instalación. Antes de considerar si vale la pena elegir este tipo de compresor para las necesidades de su actividad, examinemos su construcción, funcionamiento y las funcionalidades que se derivan de ellos.

 

En el caso de un compresor de pistón, el proceso de compresión lo lleva a cabo un bloque de pistón impulsado por un motor eléctrico. En cambio, en el compresor de tornillo, un módulo de tornillo se encarga de este trabajo. El proceso de compresión del aire se realiza mediante el movimiento rotativo continuo de dos rotores en engranaje, cerrados en una carcasa hermética. Uno de ellos es puesto en movimiento gracias a un eje impulsado por el motor, mientras que el segundo es impulsado por el movimiento del primero. Durante la rotación de ambos rotores, se produce una reducción gradual del volumen de gas situado entre ellos.

Esta primera y fundamental diferencia se traduce directamente en una mayor eficiencia y resistencia del compresor durante el funcionamiento bajo cargas pesadas, así como en sus capacidades en términos de producción de aire comprimido; los compresores de tornillo pueden alcanzar rendimientos de salida significativamente superiores en comparación con los de pistón.

Dentro de los compresores de tornillo, encontramos versiones tanto con aceite como sin aceite, que, de manera análoga a los compresores de pistón, pueden ser más convenientes y económicos en operación, pero también más caros de adquirir y considerablemente menos duraderos. Los modelos individuales de compresores de tornillo dentro de la misma categoría también difieren en su construcción y, más específicamente, en la configuración del equipo base. En el mercado, existen tres variantes principales:

 

Compresor independiente: la variante básica, que es la unidad compresora propiamente dicha;

Compresor con calderín: una unidad compresora montada en un calderín de aire integrado;

Compresor con calderín y secador: la variante más avanzada, que además de un calderín de aire integrado, también incluye un secador de aire totalmente compatible con el resto del equipo.

Además, los compresores de tornillo pueden diferir entre sí en cuanto al tipo de accionamiento (directo, por correa, por engranajes, etc.), sistema de control e incluso en el modo de operación derivado de equipos adicionales (compresores de velocidad fija o variable, equipados con convertidores de frecuencia).

A pesar de tantas diferencias, todos los compresores de tornillo comparten varias cuestiones clave para el usuario, que en la práctica pueden tener un impacto significativo en la eficiencia de su empresa.

La elección de un compresor de tornillo puede ser crucial para su empresa. Estos compresores ofrecen estabilidad durante el trabajo, manteniendo una presión constante, crucial en procesos de producción y de pintura. Además, producen aire más limpio gracias a la separación eficiente del aceite, reduciendo los costos de tratamiento adicionales. Su eficiencia reduce el consumo de energía, destacando especialmente en comparación con los compresores de pistón estándar.

Los compresores de tornillo operan silenciosamente, emitiendo aproximadamente 60-70 dB(A) frente a los 90-100 dB(A) de los compresores de pistón. También ofrecen un mayor control, con paneles electrónicos avanzados que permiten ajustes remotos y una gestión precisa de los parámetros. Esta versatilidad mejora el confort y la seguridad en entornos de trabajo, especialmente en talleres donde se trabaja cerca del compresor. En resumen, la elección de un compresor de tornillo no solo afecta la eficiencia, sino también la calidad del aire, el consumo de energía y el entorno laboral.

Por lo tanto, si dirige un taller de reparación, de automóviles o de pintura en el que un compresor de pistón está funcionando prácticamente todo el día para proporcionarle la cantidad adecuada de aire comprimido, sin duda le convendría elegir un compresor de tornillo. La mayor eficiencia de su negocio y la reducción de los costes de mantenimiento le demostrarán mejor que nadie por qué merece la pena.